COSTUMBRES DE MI PUEBLO, QUE EL TIEMPO ESTA DEJANDO EN EL OLVIDO
Haciendo una tertulia con personas de Coayllo de la tercera edad, empezamos a recordar las costumbres de nuestro distrito añorando esos momentos vividos y las historias contadas por nuestros abuelos y padres, comenzamos por el “despancar” (cosechar) los maizales, se usaba para ello un hueso afilado semejante a una daga para facilitar el pelado de la mazorca de maíz y si encontrabas un maíz de varios colores era uso de correr a dar un par o tres “golpes” en la espalda del amigo o familiar que siempre te acompañaba a cosechar, al grito de “michi, michi”, también se preparaba un dulce del maíz, llamado “reciento”, este se molía y luego se cernía (colaba), preparándose con canela y clavo de olor y azúcar, era y es un dulce muy agradable.
También se tostaba el maíz y se molía con azúcar utilizando el bendito batan que era el molino de nuestros “viejitos”(aun se usa), a este molido se le llama “machica”, también se preparaba del maíz molido una especie de quaquer con bolitas del mismo muy rico y nutritivo llamado “jala chongo”, este se serbia en el desayuno o en la cena.
El “cántaro” era una vasija hecha de arcilla y se usaba para acarrear agua así como el “porongo”, que es fruto de una planta parecido al zapallo, llamada en nuestro pueblo “mate”, que era en forma alargada y hueca pero a veces salía en forma redonda y se le cortaba por la mitad dándole la forma de un lavatorio al cual se le llamaba “ancara”, dándole el uso para el lavado de los servicios de casa.
La “botija” es un recipiente hecho de arcilla en forma cónica alargada de un metro mas o menos que se le usaba para almacenar líquidos, entre ellos la chicha de maní que se sirve en cada fiesta costumbrista que hay en el pueblo, asimismo para fermentar las uvas para la preparación del vino o vinagre y también para embotijar aceituna.
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