sábado, 17 de agosto de 2013

11 MILLONES PRESTA AGROBANCO A LOS AGRICULTORES DE CAÑETE Y YAUYOS

Inauguración de la nueva oficina especial de Agrobanco, ubicada en la ciudad de Imperial, en la provincia de Cañete. Foto: ANDINA/Difusión.

El Banco Agropecuario (Agrobanco) otorgará créditos hasta por 11 millones de nuevos soles a los pequeños y medianos productores de la provincia de Cañete, hasta diciembre del presente año, anunció la institución bancaria.
El gerente general del Agrobanco, Walther Reátegui, informó que este crédito forma parte del esfuerzo que dicha entidad despliega a nivel nacional a través de sus agencias regionales y oficinas especiales.

"Desde nuestras oficinas hemos proyectado un saldo de colocaciones de 800 millones de soles y hemos atendido a no menos de 50,000 productores”, señaló el funcionario durante la inauguración de la nueva oficina especial de Agrobanco, ubicada en la ciudad de Imperial, en la provincia de Cañete.

Refirió que esta nueva sede cuenta con mayor autonomía para evaluar y aprobar solicitudes de créditos, con lo que la atención a la demanda de los productores se agilizará notablemente.

La oficina especial de Cañete atenderá con un variado portafolio de productos financieros orientados a la capitalización de los productores, a los distritos de Asia, Calango, Cerro Azul, Chilca, Coayllo, Imperial, Lunahuaná, Mala, Nuevo Imperial, Pacarán, Quilmaná, San Antonio, San Luis, San Vicente, Santa Cruz de Flores, Zúñiga, además de la provincia de Yauyos.

Estos créditos están destinados a la adquisición de maquinaria y equipos, tierras de uso agrícola, consolidación de deudas y créditos con seguro agrícola.

En Cañete, la mayor demanda de recursos proviene de productores de vid, maíz amarillo duro, espárragos, manzanos y crianza de vacunos para producción lechera y derivados.

En la inauguración se entregaron los primeros cinco créditos para los productores Francisco Arias Chipa (vid), Julián Herreras Aljaco (mandarina), María Tello viuda de Gonzales (mandarina), Tomás Luyo Pachas (Credifinka vid) y Segundina Huaranga Fernández (Credifinka vid)



FUENTE/ YAUYOS AL DIA

miércoles, 14 de agosto de 2013

UN RINCÓN DEL CAÑETE COLONIAL: LA IGLESIA DE COAYLLO (SEGUNDA PARTE) ARTÍCULO PUBLICADO EL 23 DE ABRIL DE 1991 EN EL SUPLEMENTO “REVISTA” DEL DIARIO OFICIAL EL PERUANO


Por: Antonio Coello y Raúl Adanaque
Fotos: Justo López

En la crónica anterior intentamos aproximarnos  más o menos detalladamente a todos los pormenores históricos de Coayllo y su iglesia. En esta segunda entrega nos ocuparemos de describir el templo, las fiestas religiosas que aún se practican y todo lo referente a los bienes que poseyó esta iglesia, como una manera de acercarnos aún más a los testimonios vivientes de nuestra historia y nuestro complejo proceso de mestizaje.

PRESENTACIÓN

Uno de los elementos de la cultura occidental que llegó con los españoles fue la religión católica. Esta, al convivir con la religión local, dio como resultado el fenómeno del mestizaje en el arte popular. Tema poco tratado por los estudiosos. Nuestra investigación lo está averiguando, pues lo observamos en los santos, las pinturas, las vestimentas, los altares, entre otros.

Como dijimos en la anterior entrega, la iglesia se encuentra ubicada en la provincia de Cañete, distrito de San Pedro de Coayllo. Siguiendo en dirección al sur por la Panamericana a la altura del km.98 se encuentra el desvió que nos conducirá por una trocha  carrozable, en una distancia de 19 km. A nuestro destino.

En esta segunda parte veremos lo concerniente a la descripción interna y externa de la iglesia, las fiestas religiosas que aún se mantienen vigentes, como las ya desaparecidas; los bienes que pertenecieron a la iglesia según los inventarios levantados por disposición del Superior Gobierno Eclesiástico, de  los cuales tenemos datos de los años 1769, 1774, 1850, 1857, 1874 y 1915, información obtenida en el Archivo Arzobispal de Lima.

La llegada de los españoles al territorio del imperio de los Incas significo el inicio de la imposición de la religión católica, justificando la conquista a sangre y fuego. En un primer momento no se preocuparon de adoctrinar a la población aborigen, sino a explotar al máximo la mano de obra para la extracción del oro y posteriormente la plata (Hamilton 1975), es decir que corresponde a la etapa del desmantelamiento de los centros ceremoniales prehispánicos (Tord y Lazo 1981). Cuando los recursos agrícolas empezaron a escasear para la alimentación del sector dominante, consumista y no productor, tuvieron estos últimos que organizar la población para tales fines; es por eso que las encomiendas y repartimientos empiezan a tener importancia no solo para la explotación de las minas sino para la agricultura. Después del proceso llamado de las “guerras civiles” entre los españoles encomenderos, quienes por el ideal aristocrático feudal disputaban jurisdicción a la corona por el control de un mayor número de mano de obra indígena, las visitas administrativas se generalizan, llegando a su máxima expresión la practicada por Toledo entre 1570-75.

LA ORDEN DE PREDICADORES DE SANTO DOMINGO

La primera orden que llegó al Perú fue de los Dominicos. El territorio que se les encomendó. En lo eclesiástico, recibió el nombre de San Juan Bautista del Perú. El General Fray Agustín Recuperato de  Javencia solicitó, de su Santidad  Paulo III (1534-1549), la autorización para la creación de la provincia peruana, la misma que fue concedida por bula de 23 de diciembre de 1539. Por patente expedida en el convento de Roma Santa María Super Minervam del 24 de enero de 1540 tomó el nombre como ya dijimos, de San Juan Bautista. Fue nombrado como Primer Principal R. P. Fray Tomas de San Martín, teniendo jurisdicción en todo el territorio que dependía de la autoridad del Virrey del Perú y la provincia de Nicaragua. El estudio de la Orden de Predicadores en el Perú ha sido ampliamente tratado por Torres Saldamando (1888), Fray Domingo Angulo (1910), Rubén Vargas Ugarte (1953), entre otros.

De acuerdo a la capitulación de Toledo y de la carta de la reina Juana al Provincial de Santo Domingo (21 de abril de 1529), el 19 de enero de 1530 el marqués Francisco Pizarro, en su tercer viaje, partió de Sanlúcar de Barrameda acompañado de frailes dominicos.

Religioso de mala recordación es Fray Vicente Valverde, encargado de poner en práctica la institución jurídica del “requerimiento”, aunque a decir del sacerdote jesuita Armando Nieto Vélez (1985) su figura ha sido desfigurada por historiadores antihispánicos o protestantes. Nada cambiará el hecho histórico, aunque él mismo lamente que aquel episodio de Cajamarca, lo haya hecho aparecer como “hipócrita, cruel y fanático”. 

DOCTRINEROS DE COAYLLO 

A Coayllo llegaron los dominicos, estableciéndose en el antiguo convento ya desaparecido.


Nuestra investigación nos ha permitido obtener los nombres de algunos doctrineros de la época colonial: Melchor de Salazar (1614), encargado por el arzobispo de la ciudad de los Reyes Bartolomé Lobo Guerrero de cobrar los diezmos a los habitantes de Chilca, Mala, Calango y Coayllo; Juan de Valenzuela (1643), que según el testimonio de un habitante del lugar, presentado como testigo en la visita eclesiástica de aquel año, sabemos sabía poco la lengua general y la hablaba por partes: asimismo Juan Namanansi, alcalde del pueblo, dijo que en su pueblo “no hay escuela de muchachos y el cura no trata de eso, les cobra tributo en la fiesta de todos los santos y si no le pagan, el fiscal va de casa en casa quitando las mantas a los indios hasta que paguen todo esto con el consentimiento del doctrinero”.

También Martin de los Reyes (1760), cura inter del pueblo, José de los Reyes (1760-1779), hermano del anterior; José de Castro (1779); Santiago López (1785): Agustín Ramón López Molero y Cárdenas (1785), entre otros. Este último será motivo de una próxima nota, pues hemos obtenido los documentos relacionados a su testamento, inventario y tasación de sus bienes, los que hemos ubicado en el Archivo General de la Nación. De ellos lo interesante es lo referido a su biblioteca y la variedad de temas que contenía, como poesía mística, derecho eclesiástico y civil, obras de autores latinos, literatura española, textos de historia y otras. La tasación de estos bienes fue practicada por Juan de Mendoza y Ordoñez el 16 de abril de 1793.

SUS DIMENSIONES

De los inventarios correspondientes a los años 1850 y 1857, hemos obtenido las siguientes medidas de varas, tanto de la iglesia de Coayllo como la de San Pedro de Mala que era su viceparroquia; y la de Santa Cruz de Calango, viceparroquia de San Pedro de Chilca. Veamos

                  LARGO         ANCHO         ALTURA

MALA                32                  9.5                  5.5  
CALANGO        41                   13                   11
COAYLLO        43                   14                    9

En base a estos datos deducimos la importancia que tuvo durante la época colonial nuestra iglesia estudiada. Tan sólo compite su similar de Chilca.

DESCRIPCIÓN

El conjunto monumental es de una nave a medio punto con arcos fajones, bóveda de cañón y lunetas de arcos bien rebajados.

Su construcción debió haber ocupado abundante mano de obra indígena. Aun estamos en búsqueda del libro de fábrica, es decir el contrato de construcción de la iglesia que algún fondo archivístico debe conservar.

La cúpula presenta entre su material de construcción quincha revestida de barro, sobre la cual descansa una linterna de ocho pequeñas columnas inclinada hacia adelante a punto de caer.

Por el interior, la cúpula se encuentra sobre cuatro pechinas de madera de quincha, tiene pinturas en cada una de ellas de los cuatro evangelistas: San Juan, San Lucas, San Marcos y San Mateo.

Las bases de la construcción son de piedras labradas y sobre ellas descansan los millares de adobes superpuesto en soga. A su vez, estos muros representan un enlucido de arcilla muy fina. Termina el enlucido con las distintas pinturas que se han ido superponiendo por las refacciones realizadas a través del tiempo.

El frontis, que ha sido reconstruido sin respetar la arquitectura original, pues se utilizó ladrillos modernos, consta de dos torreones. El del lado izquierdo se encuentra inconcluso y presenta ventanas ojivales; mientras que el de lado derecho está terminado y presenta ventanas a medio punto, lugar donde se encuentran ubicadas las dos campanas ya mencionadas en la anterior entrega.

Portada lateral labrada en piedra, de reminiscencia renacentista. Con una entrada en arco, flanqueada por dos columnas adosadas en forma cónica que se elevan desde un pedestal. Ambas unidas en la parte alta por una doble cornisa de donde parte un remate de tímpano cerrado. En la parte alta, al centro, una pequeña ventana ovalada.

Baptisterio. Entrando, a la izquierda, se ubica un pequeño recinto en forma cuadrada que servía para la celebración del bautismo. De este ambiente parte una escalera que comunicaba al coro.

El tiempo transcurrido y los movimientos sísmicos han deteriorado completamente su estructura. Al respecto ya se encuentra establecida la Comisión Pro-templo. Presidida por Gregorio Villalobos Reyna. El Instituto Nacional de Cultura (INC) conserva los planos de la iglesia, levantados por el arquitecto Jorge Marroquín Payva  hace aproximadamente dos años. Los planos son los siguientes: planta estado actual 88-127: Elevación lateral izquierda –estado actual 88-0128; Elevación principal  -estado actual y corte transversal –estado actual 88-0134. Hasta el momento los coallanos, esperan la decisión del INC, para conjuntamente con el padre Julián realizar la ansiada restauración.

LOS ALTARES LADO DERECHO

a.- A la mano derecha se encuentra el de la Virgen del Carmen, tallado en madera y de corte neoclásico. Sus columnas imitan el color del mármol, con dos hornacinas a ambos lados. En el lado izquierdo se encontraba la Virgen del Rosario y al lado derecho la Virgen Dolorosa. Encima dos de tres ángeles de talla popular, ya que el tercero se destruyó.
b.- El pulpito ha asido restaurado. Era lugar desde donde el doctrinero leía los pasajes  bíblicos realizando extensos comentarios a ellos con el fin de adoctrinar a los indígenas. Con un pasamano de madera, sobre él se encuentra, a manera de sombrilla, una alegoría a la Virgen tallada en madera.
c.- el otro altar corresponde al Cristo Crucificado. Sus columnas neoclásicas imitan el color del marfil y en la parte superior está ubicada una corona de laureles de estilo rococó que encierran los tres clavos  de la crucificación. Con dos hornacinas, en la del lado izquierdo se ubicaba la imagen de San Pedro y sobre él se grabó al astro rey; en la del lado derecho se encontraba ubicada la Virgen Dolorosa y sobre ella la de la luna. Es en estos detalles donde podemos notar, claramente, el mestizaje en el arte pues estos atributos son netamente andinos.

LADO IZQUIERDO  

a.- Al lado del altar mayor se encuentra el que corresponde a Santa Rosa de Lima. Su capitel esta hecho de hojas de madera que imitan al acanto. Sobre él, un arco hecho por una venera o concha flanqueada por un arco constituido de palmas, encima del cual hay una coronación de la divina trinidad. Al costado izquierdo se ubica la imagen de la Virgen Purísima y al lado derecho la imagen que representa a Simón el Cirineo (de Cirene, colonia griega establecida en África, que ayudo a Jesús a llevar su cruz hasta el Calvario). Este altar ha sido refaccionado por el mayordomo J.A. Rueda Vega y es una lástima que no se ubique, en la inscripción, el año de dicho trabajo.
b.- El otro altar ha sido trasladado a la nueva capilla. Solo han quedado las marcas en la pared. Ahí se ubicaban las imágenes de San Francisco Solano y San Isidro Labrador.
c.- Por último, un lugar pequeño, donde se aprecia la huella de una cruz que también ha sido trasladada a la capilla nueva.

ALTAR MAYOR  

Con seis hornacinas a medio punto, se encuentran las siguientes imágenes: en el lado izquierdo San Antonio y San Pablo; en el centro, la Virgen del Rosario y el Corazón de Jesús; en el lado derecho, San Francisco Solano y San Pedro.
A ambos lados de cada hornacina hay una columna excepto en la central, donde está el Corazón de Jesús que tiene dos columnas a cada lado. Estas columnas imitan el estilo neoclásico y en su color, el del mármol.
En la parte alta del Altar Mayor se encuentra una pared tarrajeada con figuras ornamentales y que los movimientos sísmicos han deteriorado provocando su desprendimiento.


FIESTAS VIGENTES Y EXTINGUIDAS 

Son pocas en realidad las que se celebran en la actualidad. Entre las principales tenemos la de San Pedro, Del Rosario, Santa Rosa de Lima, Semana Santa y Cristo Resucitado.
Las otras debido a la extinción de las cofradías. Es así como antes había la de la Virgen Purísima, San Juan, San Isidro Labrador, Cruz misionera, Nuestro Señor de Ejercicios, Cruz de Mayo, entre otras.

BIENES QUE PERTENECIERON A LA IGLESIA  

No sabemos qué fin tuvieron las alhajas de oro y plata que, según los inventarios que tenemos trascrito, pertenecieron a la iglesia. Por ejemplo, la Virgen Purísima tenía una corona de plata la del Rosario igualmente. En la mano de Santa Rosa se hallaba una rosa de plata. En total se encontraban en la iglesia tres pilas bautismales de piedra, hoy sólo hay una.
En la sacristía se guardaba el vestuario del cura como el de los santos. En la actualidad se conservan algunas casullas completamente deterioradas. Respecto a las tierras de la iglesia, ya les hemos mencionado en la primera entrega.

EVITEMOS SU DESTRUCCIÓN

Debemos conservar los monumentos arquitectónicos que fueron levantados en el periodo colonial, y no practicar lo que los españoles realizaron con las huacas y adoratorios encontrados en esta parte de América. En nuestro legado cultural y así lo entienden los coallanos, quienes  están dispuestos a recuperar su iglesia y vaya que se lo merecen.
Terminamos diciendo que por nuestra parte haremos todo lo posible para que la iglesia recobre todo su esplendor pasado, ahondando en el conocimiento histórico para dárselo  a los verdaderos gestores de su historia. Es decir al pueblo.

Fuente: Diario El Peruano
Suplemento: Revista
Páginas: I, II y III.

Fecha: 23 de abril de 1991.