Día del Maestro
Esta es una de las fechas más significativas del calendario cívico escolar, pues se rinde un merecido homenaje al maestro, al verdadero forjador de las juventudes que en el futuro dirigirán los destinos de un país. Se escogió el 6 de julio como el Día del Maestro debido a que el Libertador José de San Martín fundó la primera Escuela Normal de Varones el 6 de julio de 1822.
Este reconocimiento otorgado a aquellas personas que realizan tan digna labor, quienes llevan el conocimiento de generación en generación instruyendo a la población e inculcando valores.
Profesores pueden ser muchos pero maestros llegan a ser unos pocos. La curiosidad es clave para ampliar horizontes. Al revisar el Diccionario de Lengua Española, notamos que el significado de la palabra "profesor" es bastante escueto: "Persona que ejerce o enseña una ciencia o arte". La palabra maestro, más bien, es pródiga en cualidades semánticas: "Dicho de una persona o de una obra: De mérito relevante entre las de su clase".
Para el maestro, educar, más que una vocación es un proyecto.
Y es que la labor del maestro no es cosa sencilla. Debe moldear con imaginación, estricto cumplimiento de los objetivos académicos y mucha paciencia a quienes serán el futuro de nuestro país, a quienes se encargarán de fortalecer una nación que se define por la heterogeneidad de su población, por la convivencia de diferentes formas de pensar y de actuar. De ahí que la tolerancia sea una de las virtudes más importantes a inculcar durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Esto me trae a la memoria el recuerdo y el agradecimiento a tres maestros, que cada uno en su momento me enseño y educo en el nivel primario, la maestra, Teresa Lovera, el director del plantel en esa época, maestro Ladislao Quiroz Romero y el maestro, Víctor Reyna Napán, de quienes guardo gratos recuerdos.
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