miércoles, 26 de octubre de 2011

HISTORIA PARA REFLEXIONAR

El poder de las palabras

En una calle bien concurrida donde pasaban muchas personas, un mendigo se sentaba en la vereda y a su lado colocaba una placa que decía:

“Vean como soy de feliz!” Soy un hombre próspero, sé que soy bonito, soy muy importante, tengo una buena residencia, vivo confortablemente, soy un éxito, soy saludable y bien humorado”.

Algunas personas que pasaban lo miraban intrigados, otros lo veían como un loco y otros hasta le daban dinero.
Todos los días, antes de dormir, él contaba el dinero y notaba que la cantidad era mayor.

En una bella mañana, un importante y elegante ejecutivo, que ya lo venia observando desde hacía un tiempo, se le aproximó y le dijo:

– “Ud. Es muy creativo! No le gustaría colaborar en una campaña de empresa”?
– “Adelante. Solo tengo lo que ganar”, respondió el mendigo.

Después de darse un buen baño y con ropas nuevas, fue llevado para la empresa.

De ahí en adelante su vida fue una secuencia de éxitos y después de un cierto tiempo terminó convirtiéndose en uno de los socios mayoritarios.
En una entrevista colectiva dada a la prensa, esclareció como consiguió salir de la mendicidad y llegar a tan alta posición.
– “Bien, -explicó- hubo una época en que yo acostumbraba a sentarme en las calles con una placa a mi lado, que decía:

“SOY UNA NADA EN ESTE MUNDO! NADIE ME AYUDA!
NO TENGO DONDE VIVIR! SOY UN POBRE HOMBRE
FRACASADO Y MALTRATADO POR LA VIDA! NO CONSIGO
UN MISERO EMPLEO QUE ME DE ALGUN INGRESO!
SOBREVIVO BASTANTE MAL!

Las cosas iban de mal en peor cuando, cierta noche, encontré un libro y en él presté atención a un párrafo que decía:

“TODO LO QUE UD. HABLA DE SI MISMO SE VA REFORZANDO.
POR PEOR QUE SEA SU VIDA, DIGA QUE TODO VA BIEN.
POR MAS QUE UD. NO GUSTE DE SU APARIENCIA, AFÍRMESE
BONITO. POR MAS POBRE QUE SEA, DÍGASE A SI MISMO Y
A LOS OTROS QUE UD. ES PROSPERO.”

Aquello me tocó profundamente y, como nada tenía que perder, decidí cambiar el texto de la placa que ahora decía:

“VEAN QUE FELIZ QUE SOY! SOY UN HOMBRE PROSPERO, SE QUE SOY BONITO, SOY MUY IMPORTANTE, TENGO UNA BUENA RESIDENCIA, VIVO CONFORTABLEMENTE, SOY UN ÉXITO, SOY SALUDABLE Y BIEN HUMORADO”.

Y a partir de ese día todo comenzó a cambiar, la vida me conectó con la persona cierta para todo lo que yo precisaba, hasta que llegué hasta donde estoy hoy.

Tuve apenas que entender el poder de las palabras.

El Universo siempre apoyará todo lo que decimos, escribimos o pensamos respecto de nosotros mismos y eso acabará manifestándose en nuestra vida como realidad.

En cuanto afirmamos que todo va mal, que nuestra apariencia es horrible, que nuestros bienes materiales son ínfimos, la tendencia es que las cosas empeoren aun.

Nuestros afirmaciones van materializando en nuestra vida todas nuestras creencias.
Una reportera, bien irónicamente, lo increpó:
- El señor nos está queriendo decir que algunas palabras escritas en una simple placa modificaron su vida?
El hombre respondió, lleno de humor:

“CLARO QUE NO, MI INGENUA AMIGA!
PRIMERO TUVE QUE CREER EN ELLAS!”
tema enviado por un colaborador


El Poder De Las Palabras II

Habla de tal manera que en tu alma y en la de los demás quede la Paz
Las palabras no las lleva el viento, las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente . .
Las palabras curan o hieren a una persona.
Por eso mismo, los griegos decían que la palabra era divina y los filósofos elogiaban el silencio .
Piensa en esto y cuida tus pensamientos, porque ellos se convierten en palabras, y cuida tus palabras, porque ellas marcan tu destino.
Piensa muy bien antes de hablar, cálmate cuando estés airado o resentido y habla sólo cuando estés en paz.
De las palabras depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra.
Una cometa se puede recoger después de echarla a volar, pero las palabras jamás se podrán recoger una vez que han salido de nuestra boca".
Las palabras tienen mucha fuerza, con ellas podemos destruir lo que hemos tardado tanto tiempo en construir.
Cuantas veces una palabra fuera de lugar es capaz de arruinar algo por lo que hemos luchado, cuantas veces una palabra de aliento tiene el poder de regenerarnos y darnos paz.
Las palabras insultantes o despectivas nunca han creado algo edificante. Con el uso de expresiones agresivas, lastimamos a las personas provocando heridas creando resentimientos y dolor , que se volverán a nosotros, …
-La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado papel y la ofrecemos con ternura ciertamente será aceptada con agrado.
Las palabras son la manifestación de nuestro mundo interior, al cuidar de nuestro lenguaje purificamos nuestro mundo interior.
Muchas enfermedades son únicamente el producto de nuestros pensamientos desequilibrados. La violencia, las mentiras, el resentimiento y tantas otras cosas existen y conviven con nosotros en este mundo
Ante ello tenemos que cultivar cualidades de amor, verdad y gratitud, creando un sólido mundo interior en donde la bondad y la verdad brillen; para luego extender este mundo interior a las personas de nuestro alrededor.
Una palabra amable: puede suavizar las cosas. Una palabra alegre: puede iluminar el d í a. Una palabra oportuna: puede aliviar la carga. Una palabra de amor: puede curar y dar felicidad.
Una palabra irresponsable: puede encender discordias. Una palabra cruel: puede arruinar una vida.
Una palabra de resentimiento: puede causar odio Una palabra brutal: puede herir o matar.
¡Las palabras son vivas! ¡Bendicen o maldicen, Alientan o abaten, Salvan o condenan!
“ Si todas nuestras palabras son amables, los ecos que escucharemos también lo serán.”
De ti depende si las usas para bien o para mal, tanto para ti como para los demás.
Cuida tus palabras ellas tienen poder

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