miércoles, 14 de marzo de 2012

UNA HISTORIA PARA REFLEXIONAR

El Cirujano


Una reportera fue invitada una vez por un renombrado cirujano a contemplar una difícil operación que iba a realizar.

Mientras el cirujano llevaba a cabo los preparativos necesarios para la operación, parecía confiado, pero un poco nervioso.

Luego, emprendiendo el camino hacia el quirófano, se detuvo un momento e inclinó la cabeza (mientras hacía una breve oración en su interior).

Más tarde durante la operación, sus manos se veían sin nervios … se veían tranquilas …

La reportera expresó su sorpresa de que un cirujano elevara una oración antes de la cirugía y dijo: Yo creía que un cirujano confiaba en su propia capacidad.

¡¡ Un cirujano es solamente un hombre !!, fue la contestación del médico.

No puede hacer milagros por sí mismo. Estoy seguro que la ciencia no podía haber avanzado tanto, si no fuera por algo más fuerte que el solo hombre.

Y después terminó el cirujano diciendo:

Me siento tan cerca de Dios cuando estoy operando, que no sé dónde cesa mi habilidad y comienza la suya.

“Desde que Dios llego a mi vida, dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás”

."Es importante que vayamos tomando consciencia de nuestros actos, que no hagamos las cosas por simples automatismos o por obligación. Debemos de tener presente que nuestros actos son el reflejo de nuestra sociedad y que por muy malo que parezca por momentos, somos los formadores de las nuevas generaciones".

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