martes, 18 de octubre de 2011

SEÑOR DE LOS MILAGROS

BREVE HISTORIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS

Alrededor del año 1650, unos negros angolas pertenecientes a la cofradía del barrio de Pachacamilla, en Lima, Perú, pintaron en uno de los muros del galpón donde se reunían, y donde quizá también habitaban, la imagen de un Cristo crucificado. En este lugar, hoy en día se erige el Monasterio de las Nazarenas, casa del Señor de los Milagros, llamado también de la Santa Cruz, pues en 1674 se pintó una cruz como símbolo de protección, ante las amenazas de invadir Lima del pirata Jacobo L´Hermite Clerk.

Un 13 de noviembre del año 1655 un poderoso terremoto sacudió la ciudad de Lima sin causar daños ni al muro ni a la imagen del Cristo crucificado pintada en él por los angolas.

Este hecho prodigioso fue el que dio comienzo al culto popular al Señor de los Milagros, propagándose rápidamente entre la feligresía local pero sin la autorización del párroco del templo de San Marcelo, razón por la cual éste solicitó a la autoridad eclesiástica inmediata superior que se demoliera el muro a fin de evitar cualquier acto profano.

Por esos años, el negro Antonio León sufría de un tumor que parecía no tener curación. Pero empezó a visitar y suplicar con frecuencia al “Señor de los Milagros” y el tumor fue reduciendo de tamaño hasta desaparecer completamente. La noticia se propagó e hizo aumentar el número de devotos.

En 1671, las autoridades eclesiásticas ordenaron borrar la imagen del Señor de los Milagros por las quejas de algunos vecinos descontentos por las reuniones nocturnas “indecentes” (con música y bailes) que hacían los primeros devotos de raza negra. En setiembre de aquel año dos personas fueron enviadas a borrar la venerada imagen del Cristo Moreno, pero al intentarlo quedaron paralizados. Los devotos murmuraban que era una señal de Dios, que no quería que se borrara la imagen.

Pasaron los años y el culto al Señor de Milagros se propagó a todas las razas y clases sociales del Virreinato del Perú. Entre 1766 y 1771, el virrey Manuel Amat y Juniet construyó la Iglesia de las Nazarenas, adonde hasta hoy acuden miles de fieles católicos, sobre todo en el mes de octubre, para suplicar o agradecer los favores del también llamado Cristo de Pachacamilla, participando en gigantescas procesiones por las calles de Lima.

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